China presenta su nuevo dron espía: tiene el tamaño de un mosquito, pero un potencial militar que asusta
"Son especialmente adecuados para el reconocimiento de información y misiones especiales en el campo de batalla".

Un equipo de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa (NUDT), ubicada en la provincia de Hunan (centro de China), ha desarrollado un minidron de aspecto biónico y dimensiones tan reducidas que cabe entre dos dedos. Con forma de mosquito y diseñado para misiones militares encubiertas, este prototipo supone un paso más en la miniaturización tecnológica aplicada al campo de batalla.
El avance fue presentado en junio en un reportaje del canal militar CCTV 7, y recogido por el South China Morning Post, en el que se mostraron distintos desarrollos robóticos del laboratorio, incluyendo robots humanoides y diminutos vehículos aéreos no tripulados casi imperceptibles.
"Tengo en la mano un robot con forma de mosquito. Los robots biónicos en miniatura como este son especialmente adecuados para el reconocimiento de información y misiones especiales en el campo de batalla", explicó Liang Hexiang, estudiante de la NUDT, mientras sostenía el pequeño dispositivo frente a las cámaras.
En las imágenes difundidas, el dron presenta dos alas parecidas a hojas a ambos lados de un cuerpo delgado, con tres patas finísimas, similares a cabellos humanos. También se mostró otro prototipo con cuatro alas, controlado a través de un teléfono móvil.
Una de las principales dificultades del diseño ha sido la miniaturización de componentes como sensores, motores, circuitos y dispositivos de control. Según el informe, su desarrollo ha requerido la colaboración entre varias disciplinas, incluyendo ingeniería de dispositivos microscópicos, ciencia de materiales y biónica.
El anuncio chino se suma a una tendencia creciente en la microbótica militar. El Black Hornet, desarrollado en Noruega, es uno de los microdrones más conocidos y utilizados actualmente por ejércitos de todo el mundo. Su versión más reciente, el Black Hornet 4, ha sido galardonada este año por el Departamento de Defensa de EEUU por sus mejoras en autonomía, resistencia al viento y capacidad de transmisión.
Además, proyectos como el "RoboBee" de la Universidad de Harvard, que puede volar, nadar o posarse mediante electricidad estática, muestran el potencial de estos dispositivos para tareas más allá del ámbito militar, como la vigilancia ambiental o el diagnóstico médico.