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Un joven es alcanzado por un rayo, le entra por el codo, le sale por el pie y sus órganos acaban intactos: "Un milagro"

Un joven es alcanzado por un rayo, le entra por el codo, le sale por el pie y sus órganos acaban intactos: "Un milagro"

El joven, de 19 años, disfrutaba de un día en el lago con su novia y su familia cuando todo se torció en cuestión de segundos.

Relámpagos caen sobre un lago en Flevoland, en Países Bajos.SJOERD VAN DER WAL

Craig Morris no recuerda el fogonazo. Ni el estruendo. Ni el momento en que su cuerpo se desplomó y el corazón dejó de latir. “No me acuerdo de nada. Ni siquiera escuché el trueno. Solo sé que abrí los ojos cuando me llevaban de la unidad de quemados a la UCI”, contó en el programa Good Day Extra, citado por el portal lituano TV3. Tiene 19 años y ese día estaba en el lago Logan Martino, en Michigan (EE.UU.), con su novia, el padre de ella y un primo, cuando una tormenta les pilló en mitad del agua. Un rayo le cayó encima.

La barca se prendió fuego, pero un hombre que pasaba cerca con una lancha hinchable remó hasta ellos en cuanto vio las llamas. Iba acompañado de una enfermera, que se lanzó sobre Craig y le hizo la reanimación cardiopulmonar sin dudarlo. Gracias a eso, y a que remaron a toda velocidad hasta la orilla, lograron mantenerlo con vida hasta que llegó la ambulancia. Su novia avisó a su madre con una frase que aún resuena: “Tienes que mantener la calma, pero a Craig le ha caído un rayo”.

Amanda Christopher, la madre del chico, llegó al hospital justo cuando lo trasladaban a la UCI. “Estaba rota. Ha sido lo más duro que he vivido y rezo para no tener que pasar por algo peor”, confesó. El equipo médico localizó el punto por el que el rayo le había entrado, el codo, y por dónde salió, el pie. Y lo más increíble: ni el cerebro ni los órganos internos habían sufrido daños. “Un milagro. Pero de verdad”, repitió su madre.

Craig se recupera con rapidez, aunque aún le queda camino. Él mismo asegura que esta experiencia le ha cambiado la forma de ver la vida. “Empiezas a valorar momentos que antes te parecían una chorrada. Estar en el sofá con la familia… ahora solo quiero que esos ratos duren más”.

Su familia lanza ahora un mensaje claro: los rayos no son ninguna broma. Y menos si estás en el agua. Las autoridades locales han recordado las reglas básicas: salir del agua en cuanto empiece la tormenta, alejarse de árboles aislados y desconectar los aparatos eléctricos en casa. Craig ha tenido suerte. No todo el mundo puede decir lo mismo.