Las víctimas eran amenazadas con represalias físicas y sociales, como visitas domiciliarias, difusión pública del supuesto comportamiento, o represalias si tenían pareja.
15.000 víctimas en todo el mundo, tramas judiciales en numerosos países y un rosario de millones forman parte de una causa que ya está en las manos de los tribunales españoles.
Una promoción demasiado buena para ser cierta y páginas webs que copian las de instituciones públicas: así funciona la trampa en la que han caído en varias ciudades.